RESEÑA DEL LIBRO
El Dr. Carlos Chagas, nacido en Minas Gerais, Brasil, en 1909 descubrió el agente y la transmisión de una enfermedad hasta ese entonces desconocida para el hombre: la Tripanosomiasis Americana, que hoy lleva su nombre, la Enfermedad de Chagas. Esta es causada por un protozoo parásito Trypanosomacruzi, transmitido a los seres humanos por insectos que en Chile conocemos como vinchucas. Existen alrededor de 7 y 11 millones de personas infectadas en el mundo, con más de 10 mil muertes anuales. En Chile, según la última Encuesta Nacional de Salud del año 2010, la prevalencia para la población de 15 años o más es de 1,2%, superior incluso que la del VIH. Es considerada por la OMS como una de las principales enfermedades desatendidas en el mundo, y también como una enfermedad reemergente. La Enfermedad de Chagas sigue siendo una patología relacionada con la pobreza, característica de zonas tanto rurales como urbanas, donde existe una población en condiciones de vulnerabilidad, con una vivienda deficiente y bajo nivel sanitario. La enfermedad sigue siendo prevalente, provocando cardiopatías, megacolon y megaesófago, entre otras. La percepción del riesgo y la pérdida de la memoria histórica en Chile son una amenaza al control de esta enfermedad. Así, en esta obra ponemos a disposición de estudiantes, profesionales, investigadores y personas interesadas, un texto de referencia para la comprensión diagnóstico, ecología, prevención y control de esta enfermedad.
RESULTADOS 2017
El Comité Editorial del Fondo Rector Juvenal Hernández Jaque informa que acordó publicar el libro "La enfermedad de Chagas en Chile" presentado a la Convocatoria 2017.
El "Fondo Rector Juvenal Hernández Jaque", instruido por Decreto Universitario Exento N° 0025.932, de 2 de diciembre de 2003, tiene como finalidad promover la edición, publicación y difusión de libros y textos de interés académico, otorgando prioridad a los desarrollados por la Universidad de Chile que generen una contribución a las ciencias, humanidades y artes, y que signifiquen un enriquecimiento científico y cultural de la comunidad.
Fiel al carácter pluralista, laico y nacional de la Universidad de Chile, este Fondo pretende contribuir a la difusión de todas las áreas del conocimiento que se desarrollan en la Universidad.
El Fondo está radicado en la Prorrectoría y cuenta con un Comité Editorial conformado por el Prorrector, quien lo preside, y cuatro Profesores Titulares de la Universidad de Chile que reflejan la diversidad de disciplinas que se cultivan en la Institución; son designados por dos años por el Consejo Universitario a propuesta del Rector.
Para mayor información acceda al siguiente sitio: Fondo Juvenal Hernández.
Escuela Municipal San Vicente de Lo Arcaya, el lunes 27 de Noviembre 2017,y Escuela Ercole Bencini de Pichidangui, IV región, Diciembre de 2018.
Se realizaron dos talleres con los niños, con material didáctico y entrega de dípticos y regalo del libro didáctico “Tríata y Mepraia: Vinchucas de Noche y Día” Canals L & Canals M. Canbarri Ed. 2013.
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Escenas de uno de los talleres. |
INVITACIÓN
Cuadernos Médico Sociales, revista de salud pública y medicina social del Colegio Médico de Chile, tiene el agrado de invitar a usted al lanzamiento del libro “Introducción a la Epidemiología Matemática” del Dr. Mauricio Canals Lambarri.
En este encuentro, contaremos con la presencia del Dr. Mauricio Canals, María Paz Bertoglia y el Dr. Sergio Alvarado; quienes dialogarán sobre el aliado natural de la epidemiología, las matemáticas. Mediante ejemplos, podremos comprender fenómenos epidemiológicos y reflexionar sobre estudios de brotes desde una perspectiva cuantitativa, apoyados por modelos matemáticos, por la salud pública y la ecología.
El encuentro se realizará el 31 de mayo de 2018, a las 19:00 horas en el Auditorio Salvador Allende, Esmeralda 678.
La experiencia académica del Dr. Canals ha integrado aspectos matemáticos, conceptos físicos, aspectos fisiológicos, conductuales y poblacionales que transitan desde las causas a las consecuencias finales en la población humana. De esta forma, ha logrado aproximarse hacia la comprensión de la geometría y de la extraordinaria complejidad e unicidad de la naturaleza. En esta ocasión, participan destacados investigadores y académicos; todos reunidos bajo la transversal convocatoria del comité editorial de CMS.
En tiempos de contingencias sanitarias, cuando la reflexión, debate y encuentro adquieren una relevancia emergente, Cuadernos abre las puertas de su hogar a las ideas y con estas, al desafío de comprender las bases matemáticas de la epidemiología con un enfoque dinámico y moderno.
Los esperamos a tod@s.
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Aunque el contagio vectorial se interrumpió, el insecto sigue viviendo en zonas rurales cerca de las casas. Cambio climático y alta presencia del parásito en las vinchucas preocupa a los especialistas.
La enfermedad de Chagas es provocada por un parásito (Trypanosoma cruzi) que infecta a insectos que se alimentan de sangre como la vinchuca. Al picar al hombre, el parásito pasa del insecto a la sangre del ser humano.
Según la última Encuesta Nacional de Salud (2010) este mal afecta al 0,7% de la población, con una prevalencia de 1,5% en zonas rurales y de 0,6% en urbanas. Por regiones, Atacama tiene la mayor prevalencia con un 4,7% de la población infectada.
En Chile, se han descrito cuatro tipos de vinchucas, tres silvestre y una doméstica. Esta última, conocida como Triatoma infestans fue por años el principal vector hasta que se erradicó de las casas.
Pero erradicación de las casas no es sinónimo de inexistencia, dicen los especialistas y aseguran que el riesgo de la enfermedad sigue.
De acuerdo al Ministerio de Salud (Minsal), cada año se reportan entre 800 y mil personas infectadas, pero pueden haber mucho casos sin diagnosticar.
Inés Zulantay y Werner Apt, expertos del Laboratorio de Parasitología Básico-Clínico de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, creen que existe una subnotificación, principalmente por ruralidad y falta de sospecha médica. En trabajos previos, han demostran que por cada caso detectado en familias de zona endémica, existen otros tres miembros infectados.
La enfermedad causa algunas molestias generales a los pocos días después de la infección (fiebre, dolores, inflamación del hígado). Pero una vez en el organismo y tras años sin síntoma, el parásito puede causar daño crónico en el corazón y el sistema digestivo y en algunos casos, la muerte.
La jefa del Departamento de Enfermedades Transmisibles del Ministerio de Salud, Tania Herrera, aclara que desde el año 2000 el país está certificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS)como libre de la transmisión vectorial de la enfermedad y aunque el vector sigue presente entre la región de Arica y Parinacota y la de O’Higgins, hoy la principal vía de contagio es de madre infectada a hijo.
“Se ha erradicado al vector, pero hay algunos reservorios de T. infestans silvestres. Se han encontrado vinchucas en Calera de Tango, Colina, Lampa que están infestadas y viven en el peridomicilio alimentándose de la sangre de roedores. También en el norte”, indica el académico e investigador del Instituto de Entomología de la UMCE, Daniel Frías.
Según él, hay riesgo de contagio directo en personas que salen de picnic, o pasean y hacen deporte en zonas donde habitan estos insectos. Él mismo ha encontrado insectos (M. spinolai) en las bancas del Parque Nacional Fray Jorge. La otra especie silvestre M. gajardoi, que también vive en el desierto costero del norte, se alimenta de mamíferos, aves y reptiles, anda cerca de los roqueríos. “En general, las vinchucas son de ambientes más bien secos, templados, aunque resisten altas temperaturas y pueden pasar hasta seis meses sin comer.
Cambio climático
“En Chile hoy estamos libres del contagio a través del vector. Pero con el cambio climático, estos insectos pueden habitar un poco más al sur donde las personas no los conocen y no estarán tan atentos a ellos. Se deben seguir con las exploraciones periódicas”, dice Waldo Armstrong, presidente de la Sociedad Chilena de Zoonosis.
Esa vigilancia la realiza las seremis de salud. Los insectos que recolectan son enviados al Instituto de Salud Pública (ISP) para su análisis. Entre 2005 y 2013, el Laboratorio de Entomología del ISP recibió 5.475 insectos triatominos (vinchucas y otros que se alimentan de sangre de vertebrados). La mayoría provenía de las regiones de Valparaíso, Metropolitana, Atacama y Antofagasta. El 73,5% eran T. infestans y de ellos casi el 50% estaba infestado con el parásito.
“Tener 50% de las vinchucas infestadas es una cifra alta. El estado de infestación depende de la edad de la vinchuca. Cuando son individuos adultos casi el 80% tiene el parásito. Ese porcentaje nos dice que es muy riesgoso ser picado por una vinchuca en particular por la infestans”, dice Mauricio Canals, académico de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile.
“El riesgo de que la vinchuca T. infestans vuelva a habitar la casas es permanente. Hoy está prácticamente erradicada de las casas pero se encuentran focos silvestres muy cerca de ellas, asociadas a plantas como el chagual o puya chilensis donde se alimentan de roedores. Al desplazarlas, han disminuido su número pero siguen ahí”, dice Canals. “Con el cambio climático global se espera que exista un desplazamiento hacia el sur del país, que se está volviendo más seco. En teoría, porque no tenemos un modelo ni investigación específica para determinar cómo sucedería este avance”, dice.
Según Apt y Zulantay, estudios sostienen que el cambio climático afectaría la densidad de las poblaciones de insectos y también el porcentaje de infección por T. cruzi. “Durante eventos de El Niño, aumenta la población de mamíferos y vectores, facilitando la infección por el parásito”, señalan.
“En la actualidad no es infrecuente la intrusión de ejemplares aislados de M. spinolai en viviendas rurales procedentes de corrales de cabras, gallineros o pircas cercanas. Es importante que la población esté en conocimiento que las vinchucas se encuentran en áreas rurales de regiones descritas”, concuerdan Apt y Zulantay.
Transmisión vertical
Waldo Armstrong, presidente de la Sociedad Chilena de Zoonosis, señala que en la actualidad en Chile el principal riesgo de enfermedad está entre las personas que están infectadas y no lo saben, las mujeres afectadas que puedan transmitirlo a sus hijos y el que pudiera resurgir algún foco de vinchucas infestada con T. Cruzi que pudiera picar a un ser humano.
Herrera dice que hoy se realiza tamizaje a todas las mujeres embarazadas de áreas endémicas por lo que junto con los exámenes que se realizan de manera habitual en el sistema público, se hacen pruebas para la enfermedad de Chagas. “Antes se hacía sólo cuando un niño nacía con algún síntoma. Ahora, si la mamá es positiva se diagnostica al niño al nacer”, señala Herrera.
Esta cifra también puede aumentar por los extranjeros de países con la infección que llegan a Chile. “Es probable que aumente la cantidad de personas. Los pacientes chilenos deben ir disminuyendo, pero si llega gente infectada de otros países esa cifra puede aumentar”.
Saber cuántas personas son las enfermas, es difícil según Mauricio Canals, académico de la Escuela de Salud Pública de la U. Chile. Principalmente porque las fuentes de información son diversas. Se cuentan casos de personas hospitalizadas con la enfermedad, personas que tienen la infección y que son detectadas a través de exámenes de sangre al momento de la donación, mujeres embarazadas, recién nacido, es difícil estimar el riesgo. “Si se calcula la incidencia, habrían 5,5 enfermos por cada cien mil habitantes”, y la mayoría de ellos serían del norte del país. Las personas que podrían llegar a tener son cerca de 850 mil”, dice Canals.
Según este especialista, es de vital importancia contar con información adecuada ya que todas las decisiones en salud se basan en número de enfermos y distribución: cuántas personas enfermas hay, cuántas potencialmente se pueden enfermar, dónde ocurrirán las enfermedades.
Canals dirige un grupo de investigadores que busca generar un mapa de riesgo de la enfermedad de Chagas. “Sin la transmisión del vector, los casos nuevos de Chagas debieran ser congénitos. Pero la gente migra, por lo que debiera estar apareciendo al enfermedad en otros lugares de Chile. En España, por ejemplo, ahora tienen la enfermedad porque muchos inmigrantes latinos contagiados llegaron allá. Algo similar puede ocurrir en el país”, señala Canals.
“Estamos trabajando en un modelo matemático que permita estimar los números de enfermos chagásicos y diferenciar entre caso índice y casos secundarios. La segunda tarea es hacer mapas de riesgo año a año para comparar qué ha ocurrido en los últimos 15 años con la enfermedad”.
Karenina Scollo, jefa del Departamento de Diagnóstico del Instituto Fatala Chaben de Buenos Aires, señala que Chile a pesar de estar libre del contagio vectorial, sigue siendo un país endémico, igual que los 21 países de la OMS que están al sur de Estados Unidos. “Eso significa que se puede volver a transmitir y por eso es necesario que los sistemas de control funcionen y se siga controlando la transmisión por vía congénita”, indica
La enfermedad
Weitzel Thomas, especialista del Programa Medicina del Viajero de Clínica Alemana, explica que la enfermedad de Chagas tiene varias fases. La fase aguda es el período de una o dos semanas tras la infección y se presenta con fiebre, malestar general e hígado inflamado. Posteriormente existe una etapa que se denomina crónica en la que no hay síntomas, pero la infección y el parásito persisten en el cuerpo si es que el paciente no fue tratado en la fase aguda.
“Cerca de dos tercios de las personas siempre se mantiene sin síntomas. Solo un tercio, después de un tiempo largo, pasa a fase crónica con síntomas. Si esto ocurre el sistema digestivo y el corazón son los más afectados”, cuenta Thomas. El esófago o el colon se agranda provocado dificultades para tragar o constipación intestinal; en el caso del corazón, se producen arritmia y los pacientes terminan con marcapasos. También aumenta el riesgo de muerte súbita.
Como la infección con T. cruzi sigue en el organismo, ante cualquier baja del sistema inmune (VIH, cáncer, tratamiento con inmunosupresores), los síntomas reaparecen y más severos.
En la actualidad, existen tratamientos antiparasitarios que se utilizan durante la fase aguda de la enfermedad pero tienen varios efectos adversos por lo que deben ser evaluados por los médicos. En las otras fases de la enfermedad no hay consenso respecto de la utilización de estos medicamentos.
“En Chile lo más habitual es que diagnostiquen pacientes a partir de las donaciones de sangre. Son personas adultas que crecieron en zonas endémicas, que fueron contagiados por la mamá o directamente por la vinchuca y que no saben que tenían la enfermedad hasta que donaron sangre y en el banco la analizaron. La mayoría de ellos son personas entre los 30 y 40 años”, señala Thomas.
Desde el Minsal indican que los adultos a los que se les diagnostique arritmia, que tengan megaesófago o megacolon y hayan vivido en zonas endémicas deben hacerse el examen para saber si tienen Chagas.
Fuente: http://www.latercera.com/noticia/ampliacion-del-habitat-de-la-vinchuca-podria-hacer-reaparecer-el-mal-de-chagas/