Hostel Giramundo

Un nivel de mugre que pocas veces vi en un hostel. Sábanas viejas, rotas y sucias, colchones en su peor estado, telarañas por todos lados. Puertas, ventanas y mobiliarios rotos.. la cocina siempre un desastre.No se respetan normas de convivencia básicas porque no hay quien las haga cumplir. El dueño ni apareció.. tampoco creo que le ponga un peso al lugar.En fin, una experiencia bastante desagradable.

Hermoso lugar , la gente muy amistosa.

Ayer pregunté el valor por habitación para dos personas y era un poco mayor al promedio de los Hostel que use en estos días. Hoy cuando quiero confirmar me pasan ese valor por persona. Con lo que sale más caro que un Hotel. Algo no entendí...

No hay estrellas que alcancen. El lugar invita a compartir una experiencia en una construcción biológica, en un lugar mágico, un entorno natural. Un espacio pensado para compartir. Súper bien recibida, me encantó toda la propuesta de reciclaje . Lo súper recomiendo, se van a sentir muy relajados y se van a llevar un gran aprendizaje

Me aloje el feriado largo de carnaval. En mi vida vivi la experiencia de un hostel. Primero que nada aclaro que San Marcos es un ¿pueblo/ciudad? muy bonita, con callecitas de tierra, poca contaminacion sonora y ambiente agreste. Lo mismo con este hostel, donde me cruce con personas divinas y todas en plan de pasarla bien. Sencillo, sin nada suntuario pero cumplidor. Las duchas perfectas, la cocina bien dotada, con llevar tus cubiertos estas, las cosas tienen mucho eso si pero cumplen. Las habitaciones al ser de barro proponen un microclima. Afuera si hace calor adentro esta fresco y viseversa. La gente que lo atiende todos divinos y predispuestos. Volveria por supuesto. Y ademas el precio inmejorable. Los que piden mas lujos o mas servicios no entiendieron la propuesta.

Me encanto el lugar,super tranqui,muy natural ,te desconectas totalmente !! Hermosa experiencia!! Gracias a lxs voluntarixs, Luli,Yiyi y Yoni.. por su amabilidad!

estuvimos con mi hijo de 7 años por segunda vez en 4 años ... las dos veces nos sentimos muy comodos... sus dueños , sus voluntarios son seres muy amables y calidos , el lugar es soñado, rustico, muy natural,muy hermoso y sustentable, lleno de vegentacion y mucho amor , no dan ganas de irse!!!

Estuvimos en una cabaña. Muy buen diseño. Iluminado. Pura tranquilidad.Podría agregarse un desayuno a la mañana.

El hostel y la vegetación del lugar muy lindos. Los que hacen posible una buena estadía son los voluntarios, que muchas veces hacen más de lo que deberían. El encargado sólo aparece para cobrar. No te avisan antes de reservar que las habitaciones compartidas tienen sólo baño seco.