Monumento a Caperucita Roja

un buen monumento, seguro lleno de historia pero no hay mucha información sobre el mismo, está a la vista, bien cuidado, tiene sus años encima pero no quita la mística.

Realizado por el escultor francés Jean Carlus en 1937, recrea una escena del cuento Caperucita Roja, escrito por el francés, Charles Perrault, quien también fue el autor de El Gato con Botas, La Bella durmiente, La Cenicienta y otros clásicos de la literatura infantil.El monumento estuvo primero en la Plaza Lavalle hasta 1972, cuando se decidió emplazarlo en Av. Sarmiento (Parque 3 de febrero), en el barrio de Palermo.

La escultura de Jean Carlus realizada en mármol tiene una altura de dos metros y fue comprada por el gobierno de la Ciudad en 1937 y hasta 1972 estuvo en Plaza Lavalle donde luego se colocó la estatua del ex presidente Hipólito Yrigoyen.

Hermosa escultura. Visitenlaaaa!!

Hermosa escultura para visitar y cuidar forma parte de la infancia de cada uno.

Ubicada en la Plaza Sicilia, Sarmiento y Libertador. Única en el mundo. Realizada por el escultor Italiano Juan Mario Carlus. Instalada originalmente en Plaza Lavalle en 1937, es llevada a su actual lugar en el 2010 después de pasar por varias restauración luego de vandalizada.Caperucita Roja vive sola en la Plaza Sicilia y de blanco sobre la Av. Sarmiento, frente al la plaza Plaza Almirante González Fernández de Buenos Aires Argentina está emplazado el grupo escultórico de mármol realizado por el escultor italiano Juan Mario Carlus, dedicado al relato de Caperucita Roja, un cuento tradicional recogido y publicado por Charles Perrault a fines del siglo XVII.

Realmente una joya en medio del vasto Parque 3 de Febrero. El.monumento es precioso y merece ser restaurado para no perder la Magia que conmemora.

Buen espacio verde, solo faltan sanitarios

Un hermosa alegoría que hace referencia al cuento clásico medieval, de Caperucita Roja. Un hermoso monumento, aveces maltratado. No es fácil de ver y la mayoría de la gente no lo conoce.

Bonito monumento, bastante impredecible en la ciudad. Del cuento de Charles Perrault; lo que verdaderamente es asombroso es que no está vandalizada, algo que da gusto de ver; y mejor aún, no tiene rejas de protección que impida la completa apreciación de esta escultura tan currada. Además de la imagen de la caperucita, también está la del lobo, pero cada vez se nota menos, hace pensar que hay que reacondicionar algunas áreas porque hay zonas que no se distinguen mucho.