Las Divines

Hermoso bar de vinos en Palermo. Lugar sumamente acogedor con muy buena comida, gran selección de vinos orgánicos y atención del staff de lujo. La carta tiene opciones para todos los gustos y se renueva por estación. Los vinos son etiquetas que no se encuentran en otro lado y vale la pena degustar todas. Si están indecisos, sugiero pedir asesoramiento al sommelier y al equipo, siempre tienen excelentes recomendaciones para hacer y la mejor predisposición.Bonus track: siempre hay eventos con música en vivo y tienen una vinoteca para llevarte alguna botellita de souvenir ;)

Excelente lugar. Fuimos con un bigbox y la verdad que nos recibieron de la mejor manera. El hummus que viene con el paquete es espectacular y los vinos ni hablar. Acompaña muy bien el mozo, que nos fue haciendo las descripciones de cada nuevo vino a medida que hicimos las degustaciones. Tanto vino nos abrió el apetito por lo que pedimos una picada (que estaba exquisita). Lo único que cambiaría: servir un poco más de pan con la picada.

Fui con mi amiga por una experiencia por Bigbox y fue el mejor regalo que pueden hacer. Empezando por la atención de dos jóvenes y entusiastas expertos en vinos quienes nos explicaron la dinámica de la experiencia que incluia 5 copas de vino para cada una y 1 tabla de quesos y charcutería que fue glorioso.El recorrido de los vinos se hace muy dinámico y ameno entre charla de amigas, la tablita y la música que acompaña la ocasión.El lugar es super amplio, tiene cocina a la vista, los baños muy lindos, limpios, cómodos.Tienen brunch los sábados y platos básicos pero efectivos para acompañar la experiencia de vinos.Tienen degustaciones, catas. Y los vinos son espectaculares.

Ubicado en una esquina de Palermo, ofrece la posibilidad de ubicarse dentro del local o en las mesas ubicadas en la vereda. Si te gusta el vino, es una excelente opción. Por $2.100 uno puede disfrutar de 4 copas de distintas cepas. Siempre te lo dan a probar en forma previa, para que elijas. La tabla con salames y quesos es muy rica, pero no es una opción si sos de buen comer. La atención es excelente. Volveremos.

Fuimos a probar la experiencia de degustación. Muy amable quien nos atendió lindo ambiente y ricos vinos órganos de la bodega a la cual pertenece el lugar. Buena música, jazz, tranquila y relajada para disfrutar el vino y la charla.

Fuimos con una Big Box que incluía dos catas de vino y un hummus con crackers de semillas.La primera impresión del lugar es a dejado, por detalles de las paredes (que parecieran ser a proposito para dar una onda vintage). Nos sentamos cerca de la puerta, y no tuvieron problema de agregarnos sillas para comensales que se sumaban a nuestra Big Box.Una de las chicas estaba con auto, y le ofrecieron igual darle a probar de nuestras catas, me pareció muy buen gesto.La cata es por elección de duplas en las 3 primeras copas, y la última es forzada.El servicio fue impecable, Ra nos explicó cada vino, respondía a nuestras preguntas, incluso pudimos ver la cava del subsuelo.Solo notar que una de las botellas, por ejemplo, no tenía etiqueta y estaba escrito en la botella la variedad, y la trajeron ya abierta. Puede traer a la duda de no saber que te estan sirviendo.De comida pedimos:-Portobellos rellenos 4/5: estaban ricos, cumplían con lo esperado, pero nada wow. Vienen 4 en la porción.-Papas 3/5: algunas medias crudas, la porción pobre, la salsa rica pero nada destacable.-Berenjena a la parmeggiana 3/5: ante todo, es una berenjena a la napolitana, no a la parmeggiana. En sabor no estaba mal, pero viene una berenjena con cabo y todo. Mala presentación y pobre.-Hummus 3/5: rico pero grumoso, venía bastante. Las crackers... raras, se deshacian facil, pondría otra cosa para acompañar.Precio/calidad/abundancia me parece que le falta, muy costoso para algo que no vale. Creo que es excelente el lugar para decidir ir solo por la cata de vinos, y como mucha sumar alguna pavadita para picotear. Si uno quiere ir a cenar, ya se vuelve caro para lo que es, pero la experiencia es algo distinto.

Muy acogedor el lugar, la atención de Mara fue un lujo, se puso la 10 en todo. Victoria la dueña, muy amable y atenta. Gracias por la buena onda y hacernos pasar un lindo momento.

Muy buen lugar! Muy intimo con la musica adecuada. Fuimos con amigos y degustamos vinos y una picada.Lo unico que no nos gusto es que cobren el agua que te traen (en otros lugares es gratis) y tuvimos que pedir mas pan ya que era muy poco el que traia.