Tía Carola

Un lugar calido, buena onda, sus propietarios de una amabilidad y calidez suprema. Precio acorde a los servicios y la ubicación (baratos)

Espectacular la atención de los dueños, la comida es más que rica, las habitaciones nuevas son comodas y equipadas, las viejas son más úmildes, pero limpias, sólo pediría puerta en el baño de ñas más antiguas. Seguramente volvería y recomendaría

La atencion de la dueña excelente.La habitación muy rústica y no muy limpia. El colchón era viejo. Mucha espera para que caliente el agua.Lamentablemente ya no tiene comedor.Se nota que lo armaron con mucho esfuerzo pero le faltan detalles de mantenimiento.El lugar y la vista son muy lindos

Atención excelente: Lucy la dueña se encarga de todo para que la pases muy bien. Desde la comida, hasta recomendaciones sobre guías y que hacer en el lugar.Se puede compartir momentos muy amenos en el desayuno y la cena, tanto con los dueños como con el resto de las personas que se alojan, recrear las experiencias vividas en la zona y hacer amigos.La comida que sirven es riquísima!!!Desde humitas, tamales, empanadas, sopa casera hasta un matambre o sorrentinos de quinoa y pollo.Altamente recomendable.

La ubicación está un poco alejada de todo el movimiento de informacion turística, donde contactas a los guías, también los remises o combies y colectivos. Si vas con mucho equipaje, serán 10 cuadras en subida y bajada. El lugar ofrece desayuno, pero no comida. Las cabañas son rústicas y tiene lo básico, una cama y el baño. La vista es impresionante.

Aún con expectativas altas, el lugar te sorprende, excelente atención.

Tía Carola es bello. Para mí es un lugar mágico. Cada vez que voy me encanta conectar con el lugar a través de la maravillosa vista que tienen, sentarme en la galería o en el fogón del jardín y respirar aire puro. Probar la deliciosa comida que preparan Lucy y Freddy, observar la huerta de aromáticas y si uno tiene suerte, pueden pasar una pareja de tucanes por allí. Los atardeceres son increibles al igual que los amaneceres. El sol sale y se pone con el canto de las aves.. Es una casa campestre, sencilla como el entorno que la rodea. El que sabe apreciar, no necesita más que la buena atención de sus dueños, una rica mermelada casera y el bello paisaje que uno tiene frente a sus ojos.Gracias Lucy y Freddy por hacer de nuestra estadía una belleza cada vez que los visitamos.

Volvería mil veces!Todo espectacular, el hospedaje el lugar y el desayuno!Lucy Fredy y Carlos son los mejores te hacen sentir como en casa! Pasamos una navidad especial.Muchas gracias por todo!! Un abrazo grande

Es un hospedaje típico de las yungas pero su diferencial es la calidad humana de quienes lo atienden. Luci y Fredy. Te solucionaran todo lo que te surja. Super recomendable. El desayuno es 100 puntos.