Hosteria Posada del Silencio

Excelente Posada para disfrutar un lugar diferente como POZO COLORADO.La atencion, las habitaciones con calefaccion, baño privado, ropa de cama, sabanas todo de muy buen nivel.La cena casera y su desayuno casero exquisitos. La atencion de Santiago y Belen muy muy buena. Pendientes de los huespedes. De ahi se puede coordinar excursion con vehiculo propio para las Salinas Grandes de noche. Un tour distinto de cosmovision andina y astronomia. IMPERDIBLE EXPERIENCIA PARA VIVIR Y DISFRUTAR

Emocionado de escribir esta reseña. La atencion de Belen es Inmejorable. Una calidez y humildad increible. Pasión y dedicación en cada detalle. Para recomendar sin dudas! El pueblo no dice nada, no hay nada. Pero si esta bueno pasar la noche, para ver las estrellas, y relajarse. Una opción mucho mas economica a parar en Prestine.Gracias Belen por tanto amor recibido!!! Volveré!

Excelente todo! Apartamentitos hermosos, estofado buenisimo, y gente muy calida. Recomendable 100%

Precioso lugar, con anfitriones amables.Impecable la limpieza y buen gusto. Todo lo necesario.Volveremos a conocer mejor la comunidad.Belén, la anfitriona nos preparo un desayuno super casero con pan calentito que no olvidaremos. 100% recomendable!

Muy buena atención, muy limpio, sencillo y agradable! Muy recomendable! Nos esperamos con la cena muy rica!

Lugar sencillo, cómodo, super limpio. Creo que para quien visite el salar y disponga de tiempo es una experiencia enriquecedora pasar la noche aquí. Un paraje no turístico, auténtico, donde podés ver rebaños de llamas corriendo por las calles, apreciar la inmensidad del entorno y ver la vía láctea por la noche. El desayuno y la cena que nos prepararon fueron muy ricos. Conocimos ahi un postre típico de sémola, canela y miel. El wi fi es idóneo como para mandar mensajes.

Pozo Colorado parece un oasis en el medio del campo, que no se puede decir en el medio de la nada, más bien en el medio de un todo, donde las vicuñas y las llamas , caminan o corren libre, se paran a mirar, otros extraños llegan al lugar, la posada parece estar esperándonos, es una construcción diferente porque tiene un cartel en su puerta, pero sino sería como una construcción más de este pequeñísimo pueblo, como si tuvieran un código de edificación, el 99% de sus casas están construidas de adobe y paja. La posada tiene dos habitaciones, una matrimonial y una de tres camas individuales, es que tampoco debe haber tanto turistas, viajeros o aventureros que se queden por aquí, de hecho nos quedamos dos noches y eso era cosa extraña, la mayoría lo utiliza solo una noche es que de aquí se visitan las Salinas Grandes de Jujuy, y se hacen visitas guiadas nocturnas pero luego parece que la mayoría no encuentran otra cosa y siguen de viaje. Tomamos la habitación de camas individuales, las camas muy cómodas, con sábanas suaves, y mantas cálidas, es que a la noche baja la temperatura es que se está a unos 3500 m/nm, la posada ofrece comida no hay nada al rededor, solo a unos 20 km de allí hay un Restaurant, a lo sumo puede dar agua, pero hay que llevar la bebida, así además lo aclaran, la comida es súper básica, un guiso de fideos, o un arroz con tuco, por lo general sin postre, el desayuno también, café en saquitos o té, con bizcochos de grasa y mermelada., el precio es acorde al lugar tanto del alojamiento como la comida. No hay que esperar calidez exagerada de los dueños ni nada parecido, hay que entender lo que parece parquedad de los Jujeños, que en realidad es una mezcla de timidez con respeto.

Experimentar está hostelería y el pueblo de pozo colorado no tiene precio! Es muy enriquecedor. Me encantó haberme quedado acá después de visitar las salinas durante el día....fue el complemento perfecto! Nos permitió conocer a las gente del lugar (mayormente de etnia colla que trabaja en las salinas) y visitar las salinas de noche (en el hotel coordinan la excursión).Todo fue increíble! El lugar transmite mucha paz.Dimos una vuelta por el pueblo y terminamos hablando con varias personas y conociendo su día a día.La hostería es muy linda, muy bien decorada y muy acogedora. El pueblo es muy lindo también!Lo recomiendo muchísimo!!!!!!

Bonito lugar. Las habitaciones frías aunque las camas son cómodas y con doble frazada. En los baños un pequeño foquito es insuficiente para el tamaño del mismo y el poder tener una buena iluminación. Por la mañana, y con las bajas temperaturas, no fue ameno ducharse con agua fría.

Hermosa posada. Belen nos ha recibido muy amablemente. Las habitaciones son amplias y limpias. Están ambientadas muy lindas.Ubicada a pocos kilómetros de las Salinas grandes, excelente para descansar.