Hotel Mara

Muy mala experiencia, el peor hotel 3 estrellas que conozco. Lo único bueno la amabilidad del personal. El hotel un verdadero desastre. Desde el perfume horrible en el hall y mobiliario anticuado. Las habitaciones feas, en el 2023 el TV más pequeño imposible, de tubo e imágen desastrosa (imposible usar), sin enchufes, tuvimos que cargar los celulares en el piso. Las perchas del armario de alambre, imposible colgar algo, y sin cajones. Para refrigerar, un ventilador de pie. En medio de un baño todo el hotel se quedó sin agua hasta el otro día.El desayuno horrible, medias lunas duras quizas del día anterior, tostadas duras, luego del primer desayuno decidimos no tomarlo mas. En fin, menos que recomendable.

Excelente atención. Todo muy limpio. El desayuno abundante y rico. Medialunas, tostadas, manteca y mermelada, scones, budín y unos bizcochitos espectaculares. Cerca del centro( se puede ir caminando 4 cuadras) . Nos sentimos como en casa..muy cómodos. Graciela una genia total!!! Súper recomendable.

Muy lindo hotel.Atendido por sus dueños, super amables.El desayuno muy rico.Cercano al centro lo que hace que se pueda ir y volver caminando.

Excelente atención de sus dueñas. Mucha calidez. Te sentis en tu casa.Muy rico el desayuno. Solo falta un poco de mantenimiento. Lo recomiendo

Cálido, buena atención, limpio...uno se siente como en casa, gracias!!Muy atentas todas !

Buena experiencia. Para el precio un lujo. Pedí una habitación doble y como no les quedaba me dieron una triple (ya arrancaban con un buen gesto). Cuartos limpios y prolijos. Buen wifi en desayunador anda muy bien. El desayuno está bárbaro.

Reservamos una noche para llegar antes al cambio de quincena en Miramar. Apenas llegamos, nadie para ayudar con el equipaje, nos cobraron en la recepción apenas entrar, sin siquiera mostrarnos la habitación. Había escalera al primer piso y tenía uno que arrastrar las valijas. Habíamos pedido una habitación para cuatro, consistía en una cama matrimonial y una cama marinera. Era altísima, (eran dos camas individuales de respaldar altas superpuestas) sin escalera ni baranda, separada de todas las paredes. Subir y bajar era un acto de fe, y ni soñar con que duerma ahí un niño chiquito, sin ningún tipo de protección. Preguntamos por una baranda y escalera, en recepción quedaron en averiguarnos"

Un hotel familiar con muy buena atención.

Fue increible las chicas divinas y hay un monton de cuadros decorativos el desayuno tambien excelente.