Hostel San Pedro

Bastante barato, muy limpio y el lugar tiene mucha onda.Las habitaciones son bastante grandes y el baño está bien.El precio incluye desayuno y está re cerca de la plaza central. Aparte desde el hostel ofrecen excursiones.Atrás tienen un parque hermoso con un viñedo propio, todo muy lindo.

Solamente realicé el alquiler de una tabla. No me quede en el lugar. El estado de la misma bastante malo pero como no es caro no se puede reprochar. La atención de quien nos atendió excelente.

En San Pedro" se respira montaña. Si estás en Fiambalá

Económico. La limpieza muy escasa.Los baños compartidos, buen tamaño pero sucios. La puerta del dormitorio que nos tocó, con espacios grandes arriba y abajo, para una zona de noches frías no fue lo mejor. Lindos murales y el dueño amable. Ojalá pueda mejorar estos detalles!!!

No lo recomiendo en absoluto.La habitación fria, oscura , camas en mal estado y la puerta que no cerraba.En gral es muy sucio , tanto la cocina como habitación y baño.El desayuno es una tomada de pelo.Lo único rescatable es la atención de Gonzalo.Caro por lo que es.No volvería.

Lindo paisaje,linda ubicación un pueblo hermoso la gente del pueblo una cordialidad increíble,ayer nos enteramos que fue el día de los artesanos y debido a su buen ambiente y excelente energía de la gente nos quedamos a tomar un matecosido con pan en la plaza ,volviendo al hostel sinceramente no va de la mano el valor de la habitación $4200 con las condiciones del lugar y la atención!hay mejores lugares por el mismo valor o MENOS,sigan hasta el hotel cortedoras que la noche sale $4000 y es un lujo, me encantan los Hostel y no tengo ningún prejuicio, somos lo más común del mundo con mi novia y nos encanta viajar, pero cero atención, desayuno incluído?? Ni nos ofrecieron el desayuno,la hice un guiso de fideos tirabuzones en la cocina esquivando suciedades ajenas y moscas de a montones en el lugarEnzo el muchacho a cargo de la recepción, totalmente ausente,las habitaciones nos encontramos a penas entramos todo con tierra, la cama cucheta se movía toda,sinceramente ni si quiera un niño puede dormir ya que su estabilidad es muy muy mínima,y la matrimonial después de 2 días terminas con la espalda rota y dolorida!Más allá de eso, gracias a las actividades hicimos muy llevadera la estadía.Pero lamentablemente no volveremos al hostel.

El lugar es limpio y agradable, un hermoso espacio donde parar mientras se disfruta de las bellezas de las montañas que rodean Fiambalá, Valentin y su abuela son unos genios y muy pendientes siempre de lo que necesites. lo único que puedo acotar como sugerencia es que faltan ventiladores en verano cuando el el calor de Catamarca es agobiante.

Fiambalá es hermoso pero el hostel un desastre, sucio, con humedad, el baño inundado, las toallas llenas de polvo, las sillas rotas, super descuidado todo y el desayuno deja bastante que desear. La atención del encargado amable.

Excelente, nos atendió Javi el dueño y la pasamos genial, además de saber de vinos sabe mucho de los lugares para visitar. Un tipo muy agradable para hablar y te quedarías días escuchándolo. Los vinos riquísimos... Muy recomendable visita

No nos gustó para nada. La habitación no estaba limpia, las camas no son cómodas, el baño sin agua (por el frío nos dijeron que estaban congeladas las cañerias). El desayuno incluido, escaso. Solo estaba desayunando una familia y ya quedaban solos dos tazas y rotas. No volvería.