Parque Nacional El Leoncito

Espectacular para recorrer paisajes hermosos

Un camping espectacular, limpio, organizado y muy tranquilo. Los sanitario cuidados y duchas también.Los guardaparques dan información precisa de que hacer y no, recorridos y el cuidado de la fauna.Muy recomendable para estar en familia y que los niños conozcan.

Muy bien cuidado, tiene sector de camping. Muy cerca de la Pampa del Leoncito. Dentro del parque hay 2 observatorios astronómicos.

Como todo parque nacional tiene sus atractivos, excelente atención de los guardaparques, tiene 2 observatorios astronómicos para visitar, recomiendo hacer las visitas al Cesco, excelente atención y profesionalismo de quienes realizan las mismas, Casleo una decepción, la realizan guías turísticas que muy poco saben del tema y parece una excursión para niños.

El parque cuenta con zona de acampar y baños limpios con agua caliente.Hay un arrollo con una cascada para visitar.Hay visitas guiadas diurnas y nocturnas al observatorio Cesco, todos muy amables.

El camping tiene el encanto rústico del paisaje,cerca de la antigua finca y a la sombra de sus álamos. Hay muy buenas instalaciones de baños y duchas

Hay que hacer Muchos kilómetros. Está lejos. No pudimos hacer lo de carroveliamo, porque comienza 18hs. Es decir... Después tener que regresar a San Juan de noche y con un camino por momentos complicado. Si te quedas en el pueblo anterior puede llegar a funcionar.

Uno de los mejores P.N. del país. Vale la pena cada centímetro recorrido. Hermoso. Los guardaparques impecables. La entrada es gratuita. Dentro, además de los senderos para caminar, hay dos observatorios astronómicos. Un lujo

Tiene varios senderos para hacer con diferentes niveles de dificultad. Uno de 7 km y otro de 2.5 km. Excelente atención, muy limpio y con señalizaciones. Hay 2 observatorios. Recomendado!

La Pampa del Leoncito- Barreal (carrovelismo) San Juan ArgentinaCarrovelismo En la Pampa del Leoncito A 30 km de Barreal . Es el Barreal Blanco, una antigua laguna que se secó y formó una planicie blanca radiante, de 12 km de largo por 4 km de ancho, a 1.900 metros sobre el nivel del mar. En este escenario tan liso, con resquebrajamientos en forma de perfectos pentágonos y sin un solo arbusto, se practica un deporte poco convencional, el carrovelismo. Se trata de deslizarse merced a las ráfagas de viento que, luego de las cuatro de la tarde, alcanzan velocidades cercanas a los 80 km por hora, a bordo de una nave que cuenta con tres ruedas, una vela de mylar, un volante diminuto y una escota para manejar la dirección. El carro admite un tripulante y un pasajero, que van casi acostados surfeando" a toda velocidad. Una experiencia imperdible para quienes disfruten las emociones fuertes. La mejor época para practicar esta modalidad