Hotel Altos Ushuaia Hotel & Restó - Tierra del Fuego.

El personal es muy amable, el hotel está siempre impecable. El desayuno es un tanto acotado pero no molesta. Esta lejos del centro pero vale la pena. Cada amanecer es una postal,

Muy buen hotel, muy buena atención. El desayuno muy completo, la habitación amplia y cómoda. Tiene una vista del canal de Beagle y del Martial hermosa. Esta ubicado a 10' del centro, muy recomendable.

Hotel de grupos lejos del centro de Ushuaia y lejos de la estación de esquí. Zonas comunes faltas de gusto y encanto. Habitaciones amplías y con buenas vistas sobre la ciudad.Servicio amable y resolutivo: Después de avisar de falta de limpieza en el cristal de la ventana, de que no funcionaba el radiador y tampoco el televisor, en pocas horas se solucionaron los problemas.

Muy lindo el hotel, limpio todo lindo, un desayuno genial. Le agregaría servicios (spa, mejorar el restaurante, etc) y el mayor inconveniente que tiene es la distancia al centro, igual lo gana con la vista a la ciudad que tiene!

Las vistas a la ciudad y al Beagle son maravillosas. La atención es muy buena y el personal muy dispuesto. Mención especial a Leo del Restaurant, un genio y en líneas generales, muy buena la comida. Volvería sin dudarlo. !!

Altos Ushuaia Hotel se destacada por la calidez del trato humano. Por lo impecables que son en sus palabras. Por proponer disfrutar del destino Ushuaia, como debe ser, inmersos en la naturaleza del bosque fueguino.Apenas a 10 minutos del aeropuerto, y camino a la reserva ecológica Glaciar Martial, altosushuaia es sin dudar, un hotel que superó mis expectativas.

Cumplió con las expectativas en gnal, el paisaje y la vista impactante, pero en cuanto a los servicios es inadmisible que el agua caliente del baño salga apenas tibia, en un lugar de tanto frío. Los 3 días paso lo mismo a toda hora y solo se limitaron a decir q estaban al tanto y q estaban viendo cómo solucionarlo. Increíble.

La estructura del hotel es hermoso, un hotel precioso. Con una vista increíble, pisos relucientes. Sin una gota de polvo. Pero es solo algo superficial. El trato de parte de los trabajadores es nefasto. Pareciera que las personas que están trabajando son nuevas. Ya que cuando se les consultaba algo debían de ir a consultarlo a otros. Nula la disposición de parte de la recepción. Parece que no tienen ganas de estar dentro del hotel. Cosa entendible ya que se nota que llegamos en el peor momento del hotel y seguramente los empleados ya se encontraban cansados de tantas quejas. Quejas que soy consciente que existieron ya que el primer día que llegue una pareja se encontraba discutiendo por los percances. Pero esto no es culpa de los empleados, es culpa del empleador que no le da al empleado las herramientas para solucionar los percances. A destacar que el RESTAURANTE está desde el 12 de junio sin funcionar por mejoras. Y el hotel está alejado de la ciudad, cuando se contrata un servicio como este el prestador del servicio debe de cumplir con lo que ofrece. Teníamos reservada la habitación desde mayo. En ningún momento se nos informó de este GRAN INCONVENIENTE. No cuesta nada mandar un mail informando de la situación o dar una verdadera solución que no sea solamente “Les podemos pedir un taxi” o “tienen café de cortesía”, el café de cortesía era de máquinas de esas que pones una moneda. No se ni si se puede decir que es cafe. Toda nuestra estadía quedamos sin cenar, y comiendo lo de las excursiones. Ya que claro esta que al volver de las excursiones lo que uno quiere es comer y acostarse a dormir. Pero al tener el restaurante cerrado eso no se puede hacer, bajar a la ciudad te ocasiona un gasto más. Un gasto que no está previsto. El agua no andaba. Con mucha suerte tenías agua caliente a la mañana y con presión. Ya que dependiendo en qué horarios te querías bañar te encontrabas con muy baja presión (suficiente para llenar en 30 minutos una botella de 600ml) o con buena presión pero sin agua caliente, en este caso salías con hipotermia y probablemente sin dedos. Imposible de ambas formas poder bañarse. Cuidan mucho los muebles de las habitaciones y las toallas, tanto así que te cobran en caso de que se encuentre una mancha. Pero no cuidan al cliente. Teníamos miedo de respirar y que nos cobrarán. A destacar el trabajo del equipo de limpieza que dejan brillante el hotel. La atención, el trato al público se sabe que es difícil. Pero no cuesta nada tratar bien y demostrar interés en los huéspedes. Son los huéspedes que dan trabajo y que van a seguir dando trabajo con las recomendaciones. Pero si el trato no es bueno el cliente no vuelve ni recomienda. Hay que cuidar al cliente cómo hay que cuidar a los funcionarios, para que ambos puedan tener las herramientas para que la estadía sea cómoda y reconfortante. Uno paga por un buen servicio espera tener ese servicio. Lamentablemente este no fue el caso.

Estuve el fin de semana qué pasó junto con mi madre, y la verdad que todo 10/10. Las instalaciones, los servicios, la atención. Destaco que es un hotel 100% accesible para quienes usamos silla de ruedas y es para destacar porque no abundan en Ushuaia. Habitaciones perfectamente adaptadas, todas las instalaciones accesibles para poder circular sin inconvenientes.Limpieza, 10/10. Disposición del personal, 10/10. Destacó la atención de camaeros/as del restaurante.Lo recomiendo y espero volver.